Organizaciones en California apuran hoy las últimas horas del periodo de registro de votantes en el estado para motivar a los latinos a que participen en las elecciones con el argumento de que están en juego varios asientos en el Congreso federal y estatal y que un hispano acceda a la Secretaría del estado.
"Nuestro voto este 4 de noviembre será uno de esos momentos que tendrá un impacto fuerte en lo que pase con el alivio migratorio y otros temas de interés para millones de nosotros", dijo a Efe Jorge Mario Cabrera, director de Comunicaciones de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes (CHIRLA) de Los Ángeles.
"Hay acciones futuras que impactan a toda una comunidad y que se definen con una acción muy personal", agregó el activista.
Esta coalición, al igual que otras organizaciones defensoras de los hispanos y los inmigrantes en Los Ángeles y California ha realizado campañas puerta a puerta buscando que los hispanos participen en las votaciones próximas.
Sin embargo, algunas recientes noticias de fallas graves en entidades gubernamentales del país y la inacción de los congresistas minan la credibilidad en las votaciones de algunos latinos.
"Todos los políticos son iguales y yo no pienso perder mi tiempo votando en algo que ya está arreglado y no puedo cambiar", manifestó a Efe Laura Sierra, una inmigrante colombiana casada y madre de dos menores.
"Los políticos nos buscan y nos utilizan cuando nos necesitan y una vez que los elegimos se olvidan de nosotros y de nuestras necesidades", consideró esta hispana, de 28 años.
Para el director de Estrategias de California Public Strategies, José Cornejo, la falta de voto de los hispanos es precisamente lo que los encierra en un círculo de olvido.
"Desafortunadamente todos los que corremos campañas ponemos menos atención al voto hispano. Yo soy hispano y sin embargo miro cuáles son los votantes que más votan y les pongo más atención para asegurarme que reciben el mensaje", comentó a Efe el experto de estrategia política de Los Ángeles.
Argumentó que aunque algunos observadores hablan de un desencanto de los hispanos con el Partido Demócrata al no haber logrado una reforma de inmigración que soluciona el problema de millones de indocumentados, la legislatura de California sí ha impulsado proyectos favorables a los inmigrantes.
Así, iniciativas como la ley que otorga el permiso de conducir a los indocumentados, la aprobación de préstamos en universidades públicas y becas para jóvenes beneficiados por el DACA y otras medidas favorables hacen de California un "estado santuario" en el país.
No obstante, esas leyes no reciben la aprobación de todos los californianos.
"Tenemos un gobernador que como parte de su campaña de reelección respaldó medidas que antes habían sido negadas por razones válidas", explicó Elena Chávez, activista de Oath Keepers, una organización dedicada a la defensa de la Constitución.
"California se está convirtiendo en un estado donde los inmigrantes indocumentados tienen más ayuda y gozan de más beneficios que los ciudadanos y los residentes legales", aseveró.
También agregó que esas políticas populistas tienen un costo económico y social en áreas como la educación -"con las escuelas de los vecindarios más pobres saturadas de estudiantes y con índices académicos por debajo del promedio nacional"- o en la salud -"con salas de emergencia sobre pobladas por personas que buscan una visita ordinaria el médico".
En este aspecto, la política californiana está marcada por la impronta latina. A parte de que el anterior presidente de la Asamblea fuera hispano, recientemente un político angelino, hijo de una inmigrante que trabajó limpiando casas, tomó posesión el 15 de octubre como presidente del Senado.
El demócrata Kevin de León es el primer hispano en presidir la asamblea de California en 130 años, según destacó Roger Salazar, portavoz del Caucus Latino, al anunciar la inauguración del Senado.
Además, durante las próximas elecciones, si gana el demócrata del Valle de San Fernando, Alex Padilla, se convertiría en el primer hispano en ser elegido para la Secretaría de Estatal de California, lo que sería el mayor logro de este colectivo a nivel estatal.
Padilla se enfrenta en una cerrada contienda al analista republicano Pete Peterson.
Según datos presentados hoy por la organización no partidista California Choices, el registro de votantes en California para las próximas elecciones fue ligeramente superior a las elecciones para gobernador en el 2010 (72,69 % contra 72,24 %) aunque, "la pregunta permanece: ¿saldrán las personas a votar?", cuestionó la organización.
En las votaciones primarias de junio, sólo participó el 25,2 por ciento del total de los votantes, un registro históricamente muy bajo.
"Más de un millón de inmigrantes podríamos hacer del día de hoy un momento histórico registrándonos para votar. La pregunta es, ¿qué necesitamos para vencer al monstruo que nos tiene atados y nos impide hacerlo?", preguntó Cabrera.